
Estudios recientes demuestran que el factor humano es y será escaso en los próximos tiempos. Esa es una materia pendiente en la gestión lechera. Entonces, ¿cómo cuidar al personal?, ¿cómo atraer a las personas al trabajo en los tambos?, ¿cómo motivarlos, retenerlos y desarrollarlos?
Es una realidad que la sociedad está cambiando y los paradigmas sobre el trabajo también, por lo que las empresas deberán transformarse, brindando puestos y formas de trabajo que se adecuen a lo que las personas necesitan hoy.
Los trabajadores de hoy
Según una encuesta CREA realizada a nivel de todo el Movimiento, los tambos están cambiando y las personas que trabajan en estos también: el 70% son jóvenes y tienen estudios primarios completos.
Por ende, el trabajo tendrá que ser atractivo para quienes se desempeñan hoy en la lechería argentina: personas de menos de 30 años, con familias que viven en el campo (mujer e hijos menores), que priorizan el tiempo libre por sobre los ingresos y la estabilidad, que necesitan ser escuchados, que expresan las dificultades de las distancias, barro, etc., y que necesitan viviendas confortables.
¿Cómo son esos jóvenes?
– Dividen el trabajo en divertido o aburrido
– Pierden compromiso ante lo rutinario
– Tienen metas a corto y mediano plazo
– La empresa es un medio
– Les gustan las relaciones horizontales
– Le gusta ser escuchados
– Valoran el cambio por sobre la estabilidad
– El dinero es importante pero no el único incentivo, prefieren “pasarla bien”
– Buscan el equilibrio entre la vida laboral y personal
Esto nos muestra que es preciso re-direccionar las empresas hacia un modelo que pueda atender estas necesidades. Por eso la pregunta: ¿cómo adaptamos nuestra estructura organizacional a los jóvenes de hoy?