Los jóvenes y adolescentes que viven en las comunidades rurales son el futuro de la mano de obra del tambo. Por ello su educación, su desarrollo personal y buenas oportunidades de trabajo son necesarias para asegurar su permanencia en la comunidad y su futuro como mano de obra calificada.

Las  condiciones de vida de las zonas rurales en muchas ocasiones generan contrastes con el sentimiento de bienestar y progreso que refleja la población de numerosos centros urbanos y, en muchos casos, son las razones para que las expectativas de los jóvenes de desarrollarse en el medio rural se vean afectadas.

A medida que los jóvenes crecen van elaborando sus propias estrategias de vida personales y la concreción de las mismas se ve fuertemente condicionada por los objetivos y las estrategias del hogar y de la comunidad que los contiene, las oportunidades laborales, las posibilidades de estudio, el momento para formar una familia compatible con el crecimiento en el trabajo. Por ello, es muy importante que tanto la comunidad como las empresas tamberas a las que ellos están vinculados fomenten su integración a la vida en la comunidad y a la empresa, creando posibilidades para que asuma protagonismo y acompañarlo en un plan de carrera.

Sin duda, tanto las mismas empresas tamberas como las escuelas agrotécnicas son actores fundamentales en este proceso, pero también existen proyectos a nivel provincial o municipal para jóvenes que quieran iniciar un emprendimiento, formar cooperativas, capacitarse a distancia, entre otras posibilidades.