Según las psicólogas francesas Dominique Dessors y Pascale Molinier, “el trabajo es todo lo que los hombres y las mujeres se ingenian en inventar para encontrar los mejores compromisos entre lo que deben hacer, lo que es posible hacer y lo que desearían hacer teniendo en cuenta lo que creen que es justo o bueno”.
Ocurre que los seres humanos necesitan desarrollar un conjunto de actividades para satisfacer sus necesidades. La actividad laboral, una de estas actividades, es el medio de subsistencia fundamental para la mayoría de las personas; es una fuente de ingresos, contribuye a formar la identidad, permite la producción de bienes y servicios, y la realización personal.
Lo que se necesita de un trabajo
Todas las personas tienen necesidades básicas que cubrir y, dentro de éstas, las que están vinculadas al trabajo son:
– Trabajo y descanso. Las personas tienen tanto la necesidad de trabajar como de descansar, de tener tiempo libre y de recreación.
– Entorno social, afecto, autoestima, respeto, amistades, pareja, familia, hogar, religión. El trabajo da la oportunidad de relacionarse con otras personas y de tener un entorno social y afectivo.
– Participación, interacción colaborativa, creación, autonomía para trabajar, responsabilidades y obligaciones. El ámbito laboral puede ser un espacio para participar en forma creativa, con autonomía y responsabilidad.
– Identidad, sentido de pertenencia, autoestima. Una de las posibilidades que da el trabajo es la formación de la propia identidad, porque para formar la identidad se necesita del reconocimiento que los demás hacen del resultado del propio trabajo. Todas las personas buscan la aprobación del prójimo como respuesta a un trabajo bien hecho. La conquista de la identidad se juega tanto en el plano afectivo como en el social a través del trabajo. Por otro lado, todas las personas tienen sentido de pertenencia del trabajo que hacen desde el momento que le dedican esfuerzo y tiempo por ser parte de su vida.
Cada persona tiene hábitos y costumbres que le son propios y provienen de su historia familiar, su educación y experiencias de vida. Eso es muy importante que sea respetado dentro del ámbito de trabajo porque hace a la identidad de cada uno y aporta diversidad al equipo de trabajo.
Todos los empleados tienen facilidad o preferencia para realizar determinados tipos de trabajos. Las mismas dependen de la personalidad de cada uno, y es importante que sean respetadas y tenidas en cuenta para que el trabajo resulte gratificante y satisfactorio. De no ser así, es probable que cueste mucho más realizar el trabajo o resulte menos gratificante o motivante.
Cuando uno sabe lo que quiere, a qué situación quiere llegar, un buen ejercicio es plantearse el objetivo e ir logrando pequeñas metas que lo vayan llevando hacia ese objetivo. Puede haber más de un objetivo tanto en el plano personal como en el laboral, que involucre o no también a miembros de la familia.
Para lograr los objetivos, pasando por cada meta, hay que tener un plan de vida y un plan de carrera. Sobre todo en el caso de las personas jóvenes que empiezan a trabajar, a adquirir experiencia y que al mismo tiempo están pensando en formar una familia, es muy importante planificar, pensar a futuro y establecer prioridades.
Cuando uno planifica la vida laboral es ideal que lo haga en algo que le guste y que, por sus características, le permita cumplir con sus objetivos (ejemplos de objetivos: alcanzar una posición económica, aprender, vivir en el campo, etc.). Cuando uno comienza a trabajar y durante todo el tiempo se está formando como empleado, si uno se esmera en aprender y hacer las cosas bien se va ganando una reputación que le va a jugar a favor en el momento de buscar un buen trabajo o conseguir un buen sueldo.
También tener un plan de vida es importante para darle lugar a los afectos, formar una familia, estudiar o lo que sea que uno se haya propuesto lograr más allá del plano laboral para que no interfiera con él.
Todas las empresas tienen características propias que están dadas, por un lado, por los lineamientos que define el empresario o dueño (visión, objetivos, etc.) y, por el otro, por las personas que la componen y la interacción entre ellos. Además, todas las empresas tienen un objetivo definido que se transforma en el objetivo a lograr por todos aquellos que forman el equipo de trabajo; un objetivo definido, alcanzable y reconocido por todos.
Por otro lado, cada una de las personas que trabaja en una empresa tiene sus objetivos personales u objetivos de vida para él y su familia. En algunos casos, los objetivos pueden ser darle una buena educación a sus hijos, su formación personal (o como empleado), formar una familia, tener una casa propia, etc.
Es importante, entonces, reconocer estos objetivos personales y compararlos con los del ámbito laboral y tratar de que todos sean compatibles y vayan en el mismo sentido (o por lo menos que no sean opuestos) para que la vida laboral se desarrolle en forma lo más armoniosa posible y perdurable en el tiempo.
En base a lo dicho, cada uno podría plantearse cuáles son sus objetivos personales y cuáles como empleado para saber qué es lo que se desea o cuál cree que es la situación laboral ideal para tratar de alcanzarla. No hay otra manera de que “lo real” se parezca a “lo deseado” y de que cada empleado se sienta cómodo en su trabajo, pueda crecer y proyectarse a futuro dentro de la empresa.
El trabajo es fundamental para la vida de las personas porque no sólo satisface una necesidad económica sino que permite establecer vínculos y la inserción de las mismas en un entorno social. Por eso, cuando se busca trabajo no sólo hay que pensar en el objetivo económico sino también en lo que significa a nivel personal y familiar (si corresponde) ese cambio que se está buscando.
Para iniciar la búsqueda de trabajo, lo primero que hay que hacer es planificarla. Esto significa tener un objetivo claro de lo que busca y una idea realista de lo que es factible encontrar en el mercado laboral.
Durante todo el proceso es importante ser constantes y tener buen ánimo para ofrecer lo mejor de uno, y usar todos los sitios de búsqueda y contactos que estén al alcance para conseguir el mejor trabajo.
¿Qué se busca?
Una de las cosas que hay que pensar es cómo se va a salir a ofrecer al mercado el propio trabajo, qué es lo que se va a ofrecer, conocer en qué se es bueno, en qué se está más capacitado, cuáles son las fortalezas y debilidades, qué tipo de trabajo se busca (tareas, horarios, lugar, empresa), si se ha capacitado o especializado en alguna tarea específica, etc.
¿Dónde y cómo se busca?
Se pueden buscar puestos de trabajo ofrecidos a través de:
– Medios de comunicación: diarios, radios, programas de televisión del sector.
– Internet: portales web, páginas web de consultoras.
También se puede ofrecer trabajo:
– Enviando un Curriculum Vitae (CV) o ingresando a la base de datos de consultoras, bolsas de trabajo, oficinas de empleo y empresas.
– Publicando un aviso en portales web laborales, en periódicos, etc.
– Difundiendo la búsqueda entre personas conocidas, por contactos en Facebook, en los comercios que frecuenten personas que necesiten empleados.
A veces estando en el campo no es fácil tener acceso a Internet, pero teniendo algún conocido en el pueblo o acercándose a un lugar con conexión una vez cada tanto, si se es ordenado, se pueden seguir en poco tiempo los avisos publicados y los mails.
Cuando se leen avisos publicados con ofertas de trabajo hay que leerlos bien, es decir, ver qué información da el aviso, qué tipo de trabajo ofrece y si es lo que se está buscando.
Hay que tener presente que si uno no cumple con esos requisitos que pide el aviso (por ejemplo, tener experiencia, ser soltero, vivir por la zona, enviar CV o llamar por teléfono, etc.), lo más probable es que quede fuera de consideración.
¿Qué debe decir un Curriculum Vitae?
El Curriculum Vitae es una herramienta mediante la cual se presenta una persona a un trabajo; es lo que permite conocer los detalles de su experiencia laboral y de sus aptitudes para ocupar el puesto que se está ofreciendo. Por ello, es muy importante que la información sea clara, suficiente y concisa (no es bueno que sea muy extenso ni demasiado breve).
Principalmente consta de tres secciones:
– Datos personales (por orden): nombre y apellido, documento, fecha de nacimiento, estado civil, cantidad de hijos, dirección, teléfono y correo electrónico; luego se pueden agregar estudios realizados y capacitación.
– Experiencia laboral (se debe detallar para cada trabajo realizado o, por lo menos, para los últimos diez años): nombre de la empresa, cargo que se ocupó, tareas realizadas, fecha de ingreso y egreso, y motivo de desvinculación de sus tareas.
– Las referencias de trabajos anteriores se pueden poner al final del Curriculum u ofrecerlas para la primera entrevista; aquí va nombre y apellido, cargo, empresa y número de teléfono de la persona que da la referencia.
¿Cómo suele ser un proceso de selección?
Si el trabajo se ofrece a través de una consultora, el paso siguiente a la presentación del Curriculum Vitae es la entrevista con la consultora. Allí la persona que entrevista, por medio de preguntas, profundizará en la información que obtuvo en el Curriculum y en las características de la persona, contará más detalles sobre el trabajo y el postulante podrá hacer las preguntas que crea necesarias para saber si ese trabajo es el que a él le conviene.
Pasada esta entrevista y si ambas partes están de acuerdo en seguir adelante, se pasa a la entrevista con la empresa que demanda el puesto de trabajo. Esta última entrevista es importante porque en la mayoría de los casos no sólo es el momento en que se conoce el lugar de trabajo sino también el lugar de residencia, si es que además de trabajar en el campo vivirá allí.
Hay que tener bien en claro que se conocen bien y que se está de acuerdo con todas las condiciones que se ofrecen (vivienda, sueldo, ambiente laboral, tareas a realizar, etc.) para poder tomar la decisión correcta.